Por Olga Lucía Mercado Donato
Directora financiera y administrativa Softland Colombia
El cargo del CFO o gerente financiero es cada vez más exigente, ya que es el encargado de batallar con la situación financiera que hoy viven la mayoría de las empresas. En ocasiones enfrenta complicadas situaciones e inclusive resuelve escenarios en los que la quiebra pareciera ser el único destino.
Las entidades financieras, clientes y proveedores, a la par de la situación económica generalizada, demandan más y el director financiero es el principal mediador entre las cifras y la estrategia, por eso la importancia de que conozca concienzudamente la organización.
En las empresas es un paso fundamental la selección del CFO, porque cada vez es mayor la exigencia y las expectativas que se tienen sobre este profesional. El cargo que desarrollará hace parte de la ya nombrada estrategia, pues al ser el responsable de varias actividades, incluida la financiera, debe reunir competencias y habilidades que le permitan presentar los resultados de la organización ante diferentes entidades en las que se desenvuelve la empresa, como: auditores, consultores, asesores, organizaciones de vigilancia y control, entidades financieras, proveedores y hasta los empleados demostrando que sus resultados son beneficiosos.
Actualmente, las responsabilidades del CFO se han incrementado dada la mayor actividad para atender y resolver las amenazas presentes y adherirse rápidamente al cambio sin perder el enfoque de la visión empresarial.
Los esfuerzos para encontrar un profesional experto deben orientarse en reconocer inicialmente el sector, el tamaño de la empresa, las expectativas que cursan en ese momento, las proyecciones y la visión que se plantea para el corto y largo plazo, pues el CFO tendrá que resolver los asuntos inmediatos aplicando la experiencia obtenida durante su trayectoria profesional, con lo que se espera obtener rápidos resultados. Cada organización tiene sus propias necesidades y cada una se desenvuelve en un entorno sectorial que no puede perder de vista, de allí la importancia de definir correctamente el perfil y el alcance que se espera del cargo, incluyendo, sin dudar, las competencias gerenciales.
Por otra parte, es importante repetir que el sector y el tamaño al que pertenece la organización tienen alta relevancia, porque éste definirá la clase de perfil que busca la compañía y la experiencia que cada empresa requiere de su nuevo CFO, pues sin duda, es diferente para cada organización.
Si se trata de una gran empresa será responsable de todos los equipos relacionados con el área: presupuesto, análisis financiero, gestión y evaluación de riesgo, tesorería, contabilidad, auditoria, entre otros, además de relacionarse con clientes, proveedores importantes e inversionistas. Mientras que, en una empresa de tamaño mediano, el CFO tendrá que conocer de fusiones y adquisiciones, auditoría interna y control de gestión; además de asumir funciones que en las empresas de mayor tamaño tienen su propia área. Finalmente, para una empresa de menor tamaño o familiar, el CFO tendrá actividades adicionales relacionadas con los procesos administrativos, de gestión humana y tecnología. En definitiva, las empresas deben plantear cuál es el alcance que requieren y desean dar al cargo; cuáles son las expectativas en el corto, mediano y largo plazo; lo que esperan obtener del apoyo que brindará el profesional, teniendo en cuenta que ocupa un nivel estratégico y que acompañará las decisiones de la empresa. Este planteamiento claro y juicioso adaptado a cada realidad empresarial, permitirá considerar claramente la remuneración que el perfil, la posición estratégica y el mercado ofrecen para el cargo.